Asegúrate de que el comedero y bebedero están llenos. Si el frío es extremo, vigila el agua para que no se congele y evita que los patos la beban.
Abre la puerta del Eglu. Deja salir a tus patos al recinto por la mañana. Si vas a estar cerca para echarles un ojo, déjalos salir del recinto para que paseen libremente. Si no vas a estar cerca y no sabes con certeza si hay zorros merodeando, es mejor que los dejes en el recinto.
¡Recoge tus huevos! Recoger los huevos regularmente minimizará los daños que puedan sufrir los huevos, y evitará que las hembras se posen sobre los huevos para empollarlos, si no deseas obtener más crías.
Comprueba la posición de la sombra. Los patos son capaces de soportar condiciones frías y húmedas, pero no les gusta que les pegue la luz del sol. Asegúrate de proveerles una buena zona con sombra en verano.
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