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La respiración
Los gusanos no tienen pulmones y reciben oxígeno a través de su piel. Esto suena muy bien, pero es un gran inconveniente. La piel tiene que ser muy porosa y, por tanto, el gusano está en grave peligro de desecación en ambientes cálidos y secos. Si alguna vez ves a un gusano en una acera en un día soleado, hazle un favor y ponlo en el trozo de tierra más cercano antes de que se convierta en una patata frita. Debido a este problema de desecación, necesitan vivir en ambientes húmedos. La tierra húmeda, que no mojada, les permite crear galerías manteniendo su forma y también permite la circulción de aire. En un vermicompostador si el suelo es demasiado húmedo los gusanos se mueven a la parte superior para poder respirar.
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